Los restos de 116 presos republicanos que fallecieron durante la Guerra Civil en la cárcel burgalesa de Valdenoceda fueron ayer enterrados en un único panteón después de que los cuerpos fueran colocados en nichos individuales tras unos trabajos de exhumación en una fosa común.

Según los datos facilitados por la Asociación de Familiares de Presos de Valdenoceda, localidad del norte de Burgos, un equipo de forenses y antropólogos de la Sociedad Ciencias Aranzadi llevó a cabo los trabajos de exhumación de los 116 cuerpos, aunque que fue imposible encontrar los restos de al menos otras cuarenta personas que se cree que podrían estar bajo los enterramientos que se realizaron a partir del año 1989.

Los 156 presos republicanos de la cárcel de Valdenoceda fueron enterrados en un principio en una fosa común fuera del cementerio municipal, aunque la ampliación del camposanto en 1989 sacó a la luz los restos de los fusilados, que procedía de puntos diferentes como Córdoba, Avila, Segovia, Tarragona, Jaén, Salamanca, Granada, Madrid, Palencia o Murcia.

El párroco de la localidad cedió un espacio en la sacristía para ubicar estos nichos, pero ahora se ha construido un panteón construido por la agrupación de Familiares de los Presos.