Los escáneres que desnudan integralmente al pasajero no llegarán a los aeropuertos españoles "si provocan más molestias de las que pretenden evitar". Esta es la posición del Ministerio de Fomento expresada a este diario por un portavoz oficial respecto al nuevo artilugio de seguridad que permite ver a través de un monitor las partes más íntimas de los pasajeros examinados. La Comisión Europea pretende extender su uso en el continente a partir del 2010, mientras en otras latitudes, como Australia, su implantación ya ha levantado una encendida polémica.

Fomento dice partir de la máxima expresada en público por su titular, Magdalena Alvarez, en el Congreso de los Diputados: las medidas de seguridad implantadas en Europa son consecuencia de las presiones de los países anglosajones y son desmesuradas. A partir de ese planteamiento, el departamento, junto a expertos europeos, "investiga cómo reducir las molestias a los pasajeros sin rebajar la cota de seguridad".

ALTERNATIVA AL CACHEO Y ahí es donde, según el ministerio, entran en juego los nuevos escáneres. "Es una alternativa a los cacheos que se llevan a cabo cuando salta la alarma en el arco de seguridad". Los cacheos son siempre una fuente de protestas de los pasajeros que son sometidos a ellos y una posible vía de abusos. Si el pasajero prefiere evitarlo, se le daría la posibilidad de ser radiografiado por los body scanners, como se les denomina en el mundo anglosajón. Con este ánimo se están probando estos aparatos en diversos aeropuertos del continente.

"Investigamos las medidas que reducen el impacto de los controles en la gente, pero si vemos que el escáner no es una mejora sino que suscita un rechazo mayor que el método que se pretende sustituir no lo implantaremos", garantizó el citado portavoz.

La perfección con que pueden contemplarse los cuerpos en el monitor es muy difícil que vaya a tranquilizar a las personas agobiadas por los cacheos. En la web Nosinzapatos.com, creada para luchar contra los abusos en los controles, uno de los internautas más fieles cuenta cómo "en un aeropuerto en México, donde se estaba probando el aparatito, un grupo de azafatas argentinas logró con sus protestas que dejara de ser usado a voluntad del equipo de seguridad, ya que estos elegían a las mas apetecibles para solazarse en la contemplación de la imagen".

DE MANERA VOLUNTARIA Precisamente para evitar eso, en todos los aeropuertos donde se está utilizando el escáner el guardia que observa las imágenes se encuentra alejado del aparato, encerrado en un habitáculo, y avisa por radio a sus compañeros cerca del escáner cuando ve algo sospechoso.

Por ahora, el polémico artilugio se encuentra, a modo de prueba, en Amsterdam (Holanda), Adelaida (Australia) y una decena de aeropuertos estadounidenses. En todos estos lugares, ningún pasajero es obligado a dejarse desnudar por las ondas electromagnéticas. Solo se le ofrece como alternativa a los cacheos. Las autoridades aeroportuarias de EEUU aseguran que en Phoenix, primer aeropuerto donde hace dos años se instaló el aparato, un 90% de los pasajeros aceptaron pasar por el escáner.