La población residente en España se redujo el año pasado por primera desde que empezó a publicarse el padrón unificado para todo el país, en 1998, aunque de acuerdo con estimaciones basadas en los censos, que se realizan cada 10 años, se trata muy posiblemente del primer descenso desde 1939, a raíz del gran exilio motivado por la guerra civil. Los datos proceden del avance del padrón del 2013 y los publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La población residente en España el pasado 1 de enero era exactamente de 47.059.533 personas (47,059 millones), lo que supone un descenso de 205.000 con respecto a la misma fecha del 2012 o, si se prefiere, una disminución del 0,43%. Ni en la posguerra ni en los años de las grandes migraciones a Europa sucedió algo similar, aunque también debe tenerse en cuenta que el crecimiento experimentado en la última década, superior a los cuatro millones de habitantes, tampoco tenía parangón en la historia reciente.

La misma inmigración que fue responsable del reciente crecimiento demográfico en España, justo en un momento en que la natalidad española tocaba fondo, es ahora la protagonista del inédito descenso. Concretamente, la población extranjera se redujo en 216.000 personas el año pasado --muy por encima del aumento de 10.300 correspondiente a los ciudadanos españoles--, y no fue precisamente por un incremento de las defunciones, puesto que su media de edad es joven, sino por el regreso a sus países de origen, previsiblemente por culpa de la crisis.

Los extranjeros residentes son ahora 5,52 millones (11,7% del total), frente a los 5,73 millones (12,1%) del ejercicio precedente. Además, el número de extracomunitarios se redujo por primera vez en el 2011, pero ahora también ha descendido el de ciudadanos de la UE, destaca el INE. Por nacionalidades, los mayores retrocesos en el 2012 correspondieron a los ciudadanos de Ecuador (45.951 menos, un descenso del 15%), Rumanía (28.568 menos) y Colombia (24.984 menos), entre otros, mientras que los únicos incrementos dignos de mención son los de China (3.647 más) y Pakistán (730).

Con un saldo migratorio negativo, confiar en un repunte demográfico por motivos naturales es una ilusión a corto plazo porque la población está cada vez más envejecida. Según el padrón, entre la población con nacionalidad española hay un 15,9% de menores de 16 años y un 19,2% de mayores de 65. De hecho, si no cambian las tornas, en el 2013 se producirá también el primer retroceso del crecimiento vegetativo (más defunciones que nacimientos). La edad media en España es de 41,9 años, pero hay grandes diferencias entre, por ejemplo, los ciudadanos españoles (42,8 años), los marroquís (28,2), los chinos (29,5), los rumanos (31,5), los alemanes (50,7) y los británicos (52).

EL DATO EXTREMEÑO 1.100.139 personas estaban empadronadas en Extremadura a fecha 1 de enero de 2013, 7.991 menos que en 2012. El descenso fue en términos relativos del 0,7%, el tercero mayor de España. De las 7.991 personas que se dieron de baja en 2012, 1.300 son extranjeros, con lo que lo que el número de empadronados se situó en 41.241, lo que supone el 3,8% del total, informa Efe. Los datos también recogen que en Extremadura hay 207 municipios de menos de 1.000 habitantes; 165 de entre 1.001 y 10.000; 11 de entre 10.001 y 50.000, 2 de 50.001 a 100.000 y uno de más de 100.000 habitantes.