España será a finales del 2010 un país con entre cuatro y cinco millones y medio de extranjeros, que representarán entre el 9% y el 12% de la población, unos porcentajes que son similares a los que hoy registran países como Alemania y Austria.

Así lo vaticina un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborada por el sociólogo Carlos Angulo a partir de varias fuentes estadísticas que ha barajado.

El autor advierte de que el fuerte incremento obligará a las administraciones públicas a "aumentar considerablemente la inversión pública en infraestructuras de carácter social, (viviendas, colegios y centros médicos)" y a hacerlo, además, "a marchas forzadas, porque, en caso contrario, se reduciría el estado del bienestar de los españoles".

AUTOCTONOS EN MINORIA

La rapidez del crecimiento también impedirá, según el autor, "una asimilación pausada de los extranjeros y su integración en la sociedad", y ve el principal peligro en los sitios donde "la población autóctona puede quedar en minoría y no todos aceptarán de buen grado la sensación de ser un extraño en su propio país".

La predicción se realiza tras analizar los datos de aumento de los padrones municipales de los últimos años. La hipótesis máxima --5,5 millones de extranjeros-- parte de un aumento anual de 394.048 extranjeros, la misma que se registró en el 2001. La mínima --4 millones--, rebaja el crecimiento a 250.000 inmigrantes por año. La población total de España se cifraría, respectivamente, en 46 y 44,5 millones de habitantes.

El autor advierte de que las modificaciones legales en materia de extranjería podrían afectar al número de inmigrantes que lleguen, pero no de forma significativa, dado que la principal causa de la avalancha en la situación socioeconómica de los países de origen y ésta no parece que vaya a modificarse.

El informe parte del padrón del 1 de enero del 2002, según el cual, vivían en España 1.984.573 extranjeros, que representaban el 4,7% de la población. Estas cifras incluyen tanto a los residentes legales como a los sin papeles empadronados.