TTtengo una duda: no sé si Saponi es un listo y los demás somos unos tontos o si Saponi es tan inocente como nosotros. Lo que desde luego no admite dudas es que los de Cáceres somos un poco pardillos o, cuando menos, algo raritos. Desde que el premio Nobel de literatura Samuel Beckett escribiera en 1952 su obra teatral Esperando a Godot , todos sabemos que Godot nunca llega, que no es más que una ilusión, un deseo que nos mantiene vivos en un intento desesperado por escapar de la inanidad, del nihilismo. Para unos, Godot es la quiniela, para otros, la revolución... Para los cacereños, un centro comercial. En Cáceres, la panacea no es la capitalidad cultural de 2016 ni el AVE. El Godot cacereño son Leclerc y El Corte Inglés .

El patrón de los hipermercados Leclerc es Michel-Edouard Leclerc. Según la revista Le Nouvel Observateur , el 28 % de los ejecutivos franceses lo ve como el empresario más cualificado para ser Presidente de Francia. En Cáceres nadie conoce al señor Leclerc, pero casi todos lo esperan para que instale su híper en el barrio de Nuevo Cáceres. Sin embargo, ni Godot llegó ni Leclerc llega. Antes de que la decepción haga estragos entre la ciudadanía, el alcalde Saponi ha hecho gala de estupendos reflejos y ha anunciado la llegada de El Corte Inglés . No sabemos ni cuándo, ni dónde, ni cómo... Pero llegará. Y si no llega es lo mismo porque Cáceres estará entretenida durante otro par de años, como pasó con Leclerc . Y en la ciudad feliz casi todo se reduce a eso, a estar entretenidos.

*Periodista