Al menos 48 personas muertas y un centenar heridas, sin contar los cuantiosos daños materiales, es el trágico balance de la ola de tormentas y tornados que asoló el martes por la noche y ayer sobre todo cinco estados del sur de EEUU: Tennessee (el estado que fue más duramente golpeado, con al menos 24 muertos), Arkansas, Kentucky, Misisipí y Alabama. El Servicio Nacional de Meteorología emitió ayer llamadas de emergencia ante la amenaza de tornados en otros estados, como Georgia y Florida. Según los expertos en meteorología, la ola de tornados, inhabitual el esta época del año, está originada por las altas temperaturas, impropias de febrero.

Los tornados --los medios de comunicación estadounidenses hablaban de hasta 69 avistamientos-- dejaron a su paso un rastro de destrucción. En Jackson (Tennessee), los dormitorios de una universidad se hundieron y atraparon a estudiantes entre las ruinas. En Memfis, el tejado de un almacén se desplomó, matando a tres personas.

En las zonas rurales, las autoridades recorrían las casas puerta a puerta en busca de víctimas. Se organizó un dispositivo de búsqueda con perros para hallar supervivientes y cadáveres bajo las ruinas. "Parece una zona de guerra. Los coches y los camiones fueron lanzados de una parte a otra del campus", declaró a la CNN David Dockery, presidente de la universidad. "El tornado se llevó toda mi casa, mis caballos y mi perro", declaró Dara Reasonover, de Tennessee.

CONDOLENCIAS Varios de los estados golpeados por los tornados fueron escenario de votaciones durante el supermartes, así que los candidatos se apresuraron a expresar sus condolencias y a exigir a la Administración de Bush que ayude a las zonas afectadas con la mayor premura posible. La Casa Blanca también expresó su pesar y anunció que ya se ha puesto en marcha el dispositivo de emergencia para asistir a los estados afectados.