Dos científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona han conseguido describir por primera vez, mediante el análisis de corales, que la acidez del agua de los océanos está cambiando debido al aumento de la presencia de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. La edición de esta semana de la prestigiosa revista Science se hace eco de la investigación, que ha sido llevada a cabo por Eva Calvo y Carlos Pelejero en Australia.

Durante más de dos años, estos científicos han estudiado la variabilidad del ph (potencial de hidrógeno) de los océanos en los

últimos 300 años, mediante análisis de muestras del coral porites, procedente del arrecife de Flinders, a 250 kilómetros de la costa noreste de Australia. Los resultados indican que el ph de la superficie marina podría haberse reducido en 0,1 unidades, una cifra muy alta, ya que equivale a un aumento del 30% en la concentración de los iones de hidrógeno en el agua. Si las emisiones de CO2 continúan con la misma intensidad que hasta ahora, se cree que el ph marino podría disminuir hasta las 0,5 unidades, lo que comprometería el desarrollo de organismos marinos. Los más afectados serían los que poseen estructuras de carbonato, como los corales. Estos organismos podrían entrar en un proceso de disolución, vaticinó Carlos Pelejero.