La niña de la eterna sonrisa, que con 13 años ya demostraba su inmensa calidad en la cantera del Baloncesto Femenino Badajoz, está a un paso de los treinta. Los años no pasan para Lorena Infantes Núñez (Badajoz, 1 de febrero de 1981), tras convertirse en la mejor jugadora de la historia del basket regional y la única que milita en la Liga Femenina.

Tras ascender con su club de siempre y jugar un año en la máxima categoría del baloncesto femenino español en Badajoz, el Palacio de Congresos de Ibiza se fijó en ella. Era su quinta experiencia en la elite tras Alcalá, Santana, Extrugasa y el BFB.

En la liga que acabó el sábado, Lorena ha sido la base titular de su equipo y la segunda jugadora que más minutos ha disputado, con casi 800, tras la americana Shannon Johnson. En sus dos últimas temporadas en la Liga Femenina, Lorena ha acabado entre las cuatro mejores en asistencias, siendo la cuarta en Badajoz y la tercera en Ibiza. Allí, su media ha sido de 31 minutos, 7 puntos, 3 asistencias y 2 rebotes por partido. Su equipo ha descendido de categoría.

"La temporada ha sido muy positiva a nivel individual pero no tanto en colectivo", declara Lorena Infantes para reconocer que "ya he encontrado mi punto de madurez, ha sido uno de mis mejores años, he tenido la confianza de los entrenadores y me he sentido muy querida".

Lorena resalta que a lo largo de los años ha ido mejorando como directora de juego, "anotando sólo en los momentos importantes, pero teniendo en cuenta que lo más importante es que el equipo juegue bien y hacer participar a tus compañeras".

La base pacense explica que "la adaptación en las islas ha sido muy fácil. Ibiza es un paraiso y el club más profesional en el que he estado. Quieren renovarme, lo agradezco pero no quiero bajar de nivel y espero seguir compitiendo en la máxima categoría. Tengo opciones en España, Italia e incluso Francia pero mi prioridad es seguir en nuestro país porque tiene la competición más fuerte".

A los 29 años, el reto que le queda por cumplir es jugar en la selección española, "un reto difícil pero no imposible. Sigo aprendiendo día a día de todos los que me rodean y mantengo la ilusión que tenía desde niña".

Lorena Infantes guarda "muy bonitos recuerdos" de su club de toda la vida, el BFB, "que siempre será el de mis amores. Este año he sufrido desde la distancia sus problemas económicos. El club ha ido como una noria sin ser capaz de asimilar sus cambios, de Primera a Liga Femenina-2, después a la primera categoría y acto seguido con el descenso. Subir fue maravilloso y fue demasiado rápido para digerirlo. Han sido los años más bonitos de mi vida, jugar con el equipo de mi ciudad en la máxima categoría, algo que pocas personas pueden hacer".