El Parlamento Europeo (PE) respaldó ayer la controvertida normativa sobre el reembolso de los servicios médicos recibidos en estados miembros diferentes al de afiliación, destinada a garantizar la calidad de los mismos y a frenar el llamado turismo sanitario dentro de la Unión.

La directiva aprobada establece condiciones para aquellos ciudadanos comunitarios que decidan acudir a otro Estado miembro para recibir asistencia médica y reclamen la devolución de su coste, lo que será posible bajo supuestos como que haya una lista de espera demasiado larga en su país.

El texto completa la normativa existente sobre cuidados de urgencia, que ya prevé el reembolso para el paciente en caso de que dicha atención se reciba en otros países, según explicó en rueda de prensa la eurodiputada popular francesa Françoise Grossetªte, autora del informe respaldado por la Eurocámara.

El visto bueno del PE ha supuesto "una estupenda victoria para los derechos de los pacientes", afirmó la eurodiputada, mientras que el comisario europeo de Sanidad y Consumo, John Dalli, lo calificó de "notable paso hacia adelante".

El texto final, no obstante, es menos ambicioso de lo que pretendían tanto el Ejecutivo comunitario como el Parlamento, sobre todo debido a las condiciones que defendieron los estados miembros para evitar que la normativa alentara el turismo sanitario .

Las negociaciones entre los Veintisiete para sacar adelante la propuesta duraron cuatro años y el consenso de la Eurocámara ha sido un proceso duro y tenso.