«Si nada se tuerce», el lendakari, Iñigo Urkullu, prevé levantar el viernes el estado de alarma en Euskadi al considerar que la evolución epidemiológica del coronavirus es «satisfactoria». No obstante, la decisión definitiva no se adoptará hasta mañana, en función de las conclusiones de un informe del Departamento vasco de Salud.

Aunque el final del estado de alarma supondrá el fin de las restricciones a la movilidad y a otros ámbitos de la vida diaria, Urkullu advirtió ayer de que «nada será igual» a la situación previa al covid-19, por lo que apeló a que se extienda el uso de las mascarillas y anunció que, tras el cierre de este periodo excepcional, se aprobará una orden específica para mantener en vigor ciertas medidas preventivas frente al virus.

Una de las consecuencias del levantamiento del estado de alarma sería la recuperación de la movilidad con las comunidades autónomas que también hayan salido del estado de alarma, como Cantabria, cuyo presidente, Miguel Ángel Revilla, ya ha confirmado que esta figura legal dejará de estar vigente en ese territorio el mismo viernes.

Urkullu subrayó que, en caso de confirmarse el levantamiento del estado de alarma en ambas comunidades, podría recuperarse la libre movilidad entre estos dos territorios con anterioridad a otros territorios.

El lehendakari destacó la importancia de esta medida, ya que muchos ciudadanos de Euskadi tienen en Cantabria su segunda residencia.