La familia de la joven irlandesa desaparecida el 1 de enero del 2008 en la localidad malagueña de Mijas, Amy Fitzpatrick, ha ofrecido hoy un millón de euros a quien facilite una pista "de manera directa, clara e inequívoca" que lleve a la localización de la menor, "viva o muerta". La madre de la chica y su compañero han anunciado que la recompensa estará en depósito durante un mes.

Han considerado que este tiempo es suficiente para que se aporten datos y apuntaron que el listado de llamadas se facilitará a la Guardia Civil, aunque se garantiza el anonimato de la persona que dé una pista "fiable", siempre y cuando "no sea el culpable".

PENSAMIENTOS CONTRADICTORIOS

Traducidos por su abogado, han manifestado que "por circunstancias económicas" no han podido llevar a cabo esta medida hasta ahora y han insistido en que quieren "alguien que les lleve de manera certera a su hija". El importe lo han aportado cuatro amigos de la familia que residen en Irlanda y apuntaron que se ha habilitado el número de teléfono 687202907 para canalizar las llamadas.

Los familiares han indicado que cada día tienen pensamientos contradictorios, porque tienen "la esperanza" de que se haya marchado, pero consideran que eso "no es la verdad". Dos años más tarde "casi están convencidos de que ella no está entre nosotros".

MALESTAR CON LAS AUTORIDADES

En la comparecencia, también han mostrado el malestar por la investigación desarrollada por la Guardia Civil y la ayuda facilitada por el Gobierno irlandés.

La joven fue vista por última vez tras salir de la casa de una amiga, ubicada en la urbanización Calypso, donde ambas habían estado cuidando al hermano pequeño de ésta última. Las hipótesis que se barajaron desde el principio fueron tanto la de la desaparición voluntaria como la de la involuntaria.