El Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2003 fue concedido ayer en Oviedo al filósofo alemán Jürgen Habermas, considerado por el jurado un "ejemplo de saber humanista y cosmopolita" y, por ello, "cumbre del pensamiento" actual.

El jurado del premio considera a Habermas "un clásico de las ciencias sociales y la filosofía", y reconoce su compromiso con la investigación y la reflexión crítica sobre las teorías de la sociedad moderna y los problemas del hombre actual, "en busca de soluciones prácticas para el impulso de la democracia presente y futura".

Según los miembros del jurado, en la tradición filosófica de Kant, Hegel y Marx, pero también de Weber, Parsons y Mead, Habermas "contribuye a la compresión de las sociedades postindustriales y de las implicaciones ideológicas de la ciencia, la comunicación y la opinión pública, lo que le lleva a desarrollar una teoría de la acción comunicativa, una ética del discurso y una política basada en la deliberación".

Habermas, de 74 años, se declaró complacido de obtener el premio y anunció que lo recogerá personalmente en Oviedo. En declaraciones a Televisión Española, Habermas considera que la independencia del País Vasco no tendría "ninguna justificación" y que los métodos que utiliza la organización terrorista ETA son "indefendibles".