La primera vacuna diseñada para evitar el contagio del sida no es efectiva. VaxGen, la compañía que empezó a experimentarla hace tres años en 5.400 voluntarios no infectados, ha confirmado que el preparado Aidsvax no protege del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), salvo en un pequeño grupo de asiáticos y personas de raza negra. Aunque la noticia supone otro fracaso en la lucha contra el sida, algunos expertos afirman que estos estudios abren nuevos caminos para la investigación.

La mayor puerta a la esperanza la constituye precisamente el hecho de que la investigación haya demostrado que la vacuna es más efectiva en negros, asiáticos y personas de otras minorías --que suponen el 80% de los portadores del VIH-- que en caucásicos e hispanos.

Aidsvac es una vacuna compuesta por una proteína llamada gp120, que se encuentra en la superficie del virus del sida y le ayuda a acoplarse a las células del sistema inmunológico del infectado. La proteína de la vacuna, que se ha generado en óvulos de hámster genéticamente modificados, debería producir anticuerpos que tendrían que adherirse al VIH para evitar que éste infectara las células inmunológicas.

Se trata de la primera vacuna que alcanza la fase de ensayo clínico, con personas, último paso previo a la aprobación de un medicamento. Por esta razón, se habían depositado grandes esperanzas en sus resultados. Sin embargo, ya antes de comenzar la prueba, muchos científicos planteaban reticencias, entre ellos los Institutos de Salud de Estados Unidos y Genetech, el laboratorio que la diseñó.

Las pruebas se iniciaron hace tres años. Los voluntarios proceden de EEUU, Puerto Rico, Canadá, Holanda y Tailandia. No estaban infectados. 5.100 eran homosexuales y 300 eran mujeres con alto riesgo de contagio. A dos tercios de los voluntarios se les inyectó la vacuna en siete ocasiones. Al otro tercio se le inyectó placebo, con el objetivo de comprobar si los primeros estaban más protegidos del contagio. Los resultados demostraron una diferencia de contagios mínima: 5,7% en el caso de Aidvax, 5,8% en el del placebo.

La mayor sorpresa llegó al comprobar que entre los negros, asiáticos y miembros de otras minorías (excluyendo a los hispanos) la tasa de infección entre los vacunados era del 3,7%. En el caso de los que habían recibido placebo, el contagio afectaba al 9,9%. Tras ajustes estadísticos, esto se traduce en que la vacuna reducía un 66,8% el riesgo de contagio.

Los investigadores de VaxGen han explicado que deben realizar más estudios.