La salida de Xosé Cuiña del Gobierno gallego ha acelerado los cambios que el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, tenía previsto realizar a finales de mes en su Ejecutivo. Fraga dará a conocer hoy los movimientos, que afectarán a cinco consejerías, aunque el presidente gallego aseguró ayer que mantendrá el principio de "continuidad y reforma".

La crisis del Ejecutivo autonómico se saldará con la prevista salida de las dos consejeras (Corina Porro y Manuela López Besteiro, que optarán a las alcaldías de Vigo y Lugo), otros dos consejeros relacionados con la crisis del Prestige (Cuiña y Carlos del Alamo, responsable de Medio Ambiente) y un tercero para dar entrada al secretario general del PP de Galicia, Xesús Palmou. Este último tendrá un peso importante tras una brillante gestión en la organización y no haber sido salpicado por el caso Prestige .

CAEN LOS DE LA CACERIA

Curiosamente, Cuiña y Del Alamo son los dos consejeros que acompañaron a Fraga en la famosa jornada de cacería tres días después de que el petrolero lanzara el primer aviso de socorro y comenzara a perder fuel. Con estos dos cambios, el presidente daría por zanjadas las responsabilidades políticas de la crisis.

Los pronósticos perfilan a Alberto Núñez Feijoo, máximo responsable de Correos y exdirector general del Insalud, como sustituto de Cuiña en Obras Públicas. Núñez Feijoo es un hombre de confianza de la dirección nacional del Partido Popular, pero no por ello deja de tener un peso específico en Galicia.

Parece descartado que Manuel Fraga cree una vicepresidencia, cargo para el que se había barajado el nombre de la ministra de Sanidad, Ana Pastor. El vicepresidente Mariano Rajoy, aseguró ayer que Pastor, "no va a entrar" en la Xunta y que el PP no está pensando en el candidato de las gallegas del 2005.

Otro consejero afectado por la marea negra, el titular de Pesca, Enrique López Veiga, mantendrá su puesto como agradecimiento al esfuerzo realizado al dirigir las acciones de la Xunta encaminadas a tomar las riendas de la crisis provocada por el hundimiento del buque.

Cuiña pidió ayer que una comisión del Parlamento gallego investigue "desde el punto de vista legal y ético" la actividad de sus empresas familiares y las posibles relaciones con su gestión.