Podría tratarse de uno de los asesinos en serie más sanguinarios de la historia de Francia. Se trata de Nicolas Panard, un homosexual de 68 años detenido el martes en Mulhouse (Alsacia) como sospechoso de 18 crímenes cometidos entre 1980 y el 2002. La mayoría de las víctimas también eran homosexuales.

Como si se tratase del guión de una serie de policía científica, todos los cadáveres presentaban la misma marca de fábrica y, hasta la fecha, eran casos sin resolver cometidos básicamente en la región de Alsacia. Las víctimas murieron tras recibir un fuerte golpe en la cabeza y, posteriormente, fueron objeto de numerosas cuchilladas. En el momento de ser encontradas, tenían la cara cubierta y parte del cuerpo desnudo.

La investigación judicial vincula directamente a Panard, que niega los hechos, con seis asesinatos. Las otras 12 muertes guardan gran similitud en cuanto al modo de actuar y al perfil de las víctimas, por lo que la policía sospecha que Panard es también el responsable de los crímenes.

ATENTO Y AFABLE Como suele suceder en la ficción, el detenido pasaba por ser una persona atenta y afable con el vecindario. Un hombre que no ocultaba su homosexualidad y que paseaba a su pequeño perro por el barrio sin levantar nunca la más mínima sospecha. "Era tan amable y ahora resulta que podría ser un asesino en serie", comenta una vecina, que no sale de su asombro. "Le gustaba hablar con la gente", recuerda otro habitante del edificio en el que vivía Panard desde hacía cuatro El apacible vecino tenía un pasado como transformista y travesti, actividades que había ejercido en cabarets de Alsacia y en Alemania. De hecho, la policía investiga ahora posibles crímenes cometidos en este país.

Los agentes creen que Panard contaba con un cómplice, Slim Fezzani, de 43 años, que había sido su amante. Fezzani fue condenado en 1999 por la muerte de un agente de seguros y purgaba su pena en una prisión de París. Ahora está en la comisaria de Montbéliard, al igual que su excompañero. En la escena de ese crimen se descubrieron restos del ADN de una tercera persona que no ha sido identificada.

POLICIA TENAZ La detención de Panard se debe a la tenacidad de un policía de Montbéliard, que ha investigado sin descanso durante dos años. El agente hurgaba en un crimen cometido en 1991 --un camarero de 20 años muerto de un golpe en la cabeza y 27 cuchilladas-- cuando constató que el nombre del presunto asesino figuraba en el entorno de las víctimas de numerosos casos no resueltos. Si finalmente Panard es considerado por los jueces culpable entrará en la historia de Francia como uno de los asesinos más sanguinarios jamás conocido.