El incendio que arrasa los alrededores de Canberra (Australia) ha causado la muerte de cuatro personas y ha destruido unas 400 viviendas. Bomberos, policías y voluntarios trabajaban ayer con excavadoras para levantar barreras y proteger la capital australiana del peor incendio desde su fundación, en 1913.

El fuego alcanzó los suburbios de la ciudad el sábado por la tarde cuando las llamas que ardían en el parque nacional de Namadgi, favorecidas por el viento, cambiaron de dirección. El fuego cruzó plantaciones de pinos y llegó hasta la zona urbana bajando con fuerza a través de las calles y llevándose por delante las construcciones.

Además de los cuatro fallecidos, tres personas sufren heridas graves y unas 200 fueron atendidas por quemaduras y problemas respiratorios. La sequía que vive el país dificulta las labores de extinción.