La vida está en los detalles. Esa vorágine de rutina en la que gira el mundo no deja verlo pero es así. Está en las cosas minúsculas. En aquellas en las que uno no repara si no se detiene a pensarlo pausadamente. Está en algo tan simple como dar un abrazo o tomar un café rápido en un descanso. Esa es la vida. En estos días en que este automatismo se ha roto de repente y se descolocan lo que uno cree que son las prioridades se pone por fin sobre la mesa lo que realmente importa. Ahora, en un ejercicio involuntario (y obligado) aflora la necesidad de esos detalles para que la vida sea vida. Así, en pleno confinamiento de teletrabajo y tiempo para reorganizar las ideas, los papás, los Pepes y las Pepas celebraron este jueves su día de una forma más inusual que de costumbre. Para muchos más que nunca. Tanto para los que pueden estar junto a sus hijos como para los que están a kilómetros de distancia.

Y cada uno demuestra su amor como sabe. O como puede. En esta ocasión, muchos tuvieron que tirar de ingenio e improvisación pero aquí la intención es lo que vale. Algunos como Mario Jiménez (5 años) y Marta quisieron sorprender a su papá con un desayuno y le prepararon una tarta «con ayuda de mamá». Lo mismo pensaron Jesús Carrasco (8 años) y Eva (6 años). «Como no teníamos nada comprado, hemos hecho una cupcakes y galletas de nocilla». Carmen Pérez (32 años) también aprovechó la cocina y preparó con Ángel, su padre, galletas «sin azúcar», algo que nunca habían hecho «por falta de tiempo”. Ángel Mancha y Martín (8 años) también se pusieron el delantal en familia.

Como las manualidades nunca fallan. Alejandra Bermejo (7 años) hizo una medalla de ‘Super papá’, «todo muy artesanal», Lucía (5 años) hizo alarde de un surtido de dibujos para Juanjo. «Es un día diferente, lo importante es que estamos todos juntos y bien». Irene y Álvaro Vivas (7 años y 8 meses) estuvieron en ‘el cole’ y también se dedicaron a la pintura. «Una casa que se une a un árbol y el campo por un arco iris». Más elaborado fue el detalle de Iker Castellano (8 años), que se atrevió una marioneta. Para Joaquín Regadera y sus hijos Nicolás y Adrián tocó tarde de ajedrez. Y hubo hasta quién se atrevió con la música. En la sangre lo lleva Ana (5 años), la hija del el pianista y director de orquesta Antonio Luis Suárez, que con su camiseta de Superman como su padre, cantó una canción de Mary Poppins «para los niños que están en casa».

Para los que están lejos también hubo recuerdo. César Almodóvar (8 años) le dedicó un vídeo a su padre que estaba en Madrid, Daniel Puerto (7 años) unas palabras: «Papá, hoy falta un día menos para que te pueda dar un fuerte abrazo y Noa (8 años) y Diego (4 años) una copa de campeón para su papá que lucha contra el coronavirus. Un beso y un abrazo fue más que suficiente para el padre de Enrique Blázquez (3 años) y Ángela Díaz (7 años) extendió su mensaje a todos: «Felicidades a los papás del mundo en estos días tan duros». Parecen detalles minúsculos pero son gigantes. La vida es eso. H