Augusto se quedaría el mismísimo César si pudiese ver lo sucedido en el teatro romano de Mérida durante las pasadas fechas. Seguro que vería cariacontecido a los alrededor de 250 niños y niñas de edades comprendidas entre los cinco y los once años, y cómo han disfrutado durante hora y media diaria de una de esas experiencias que se te quedan marcadas en la memoria, esas que cuando uno es mayor y mira atrás en el tiempo te viene el dulce recuerdo.

EL PERIODICO quiso asomarse al museo para ver de primera mano lo que estaban aprendiendo los niños participantes en este proyecto que lleva el nombre de Loca Academia de Gladiadores , y que organiza el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Allí estaban todos, conociendo el mundo de los gladiadores, cómo se entrenaban, sus costumbres culinarias, sus vestimentas, los dioses a los que se encomendaban, los distintos tipos que había de estos aguerridos luchadores (aún recuerdo el momento en que Irene, una pequeña con tan solo siete años, se apresura y me cuenta feliz: "Yo se que hay cinco diferentes: samnitas, mirmillones, reciarios, secutores y tracios") y otras curiosidades sobre ellos y la vida que les rodeaba en la Roma Imperial, detalles que más de uno y me incluyo, ignoramos.

Estos talleres se han venido sucediendo durante las últimas cinco semanas, y aunque ya llevan varios años haciéndose no decae el nivel de participación de los pequeños e incluso se ha ampliado una semana más por la gran demanda que ha suscitado este año.

La buena acogida por los padres también merece especial mención, porque además de tener tiempo para otros menesteres mientras sus hijos están en los talleres (todo sea dicho), como nos comentaba Laura, una de las monitoras implicadas en la iniciativa, los niños van cada día a contar a sus padres lo nuevo aprendido. Esto, afirma Laura, "es un orgullo para padres y monitores".

Durante las actividades, que se han estado desarrollado de martes a viernes todas las mañanas, en dos turnos, uno de 10 de la mañana a 11.30 horas; y el segundo de 12 a 13.30 horas, además de adquirir esos conocimientos, han realizado dibujos de murales semejantes a los que habían en la época romana o han creado con porexan réplicas de las armas de los luchadores.

Pero, sobre todo han aprendido a trabajar en grupo, y quizás lo que esté por encima de todo lo anterior, han conocido a nuevos y futuros amigos, que tal y como está el mundo de guerras y conflictos en la actualidad no es poco, para que ojalá las únicas peleas que tengan que ver sean las de los gladiadores en el coliseo de su imaginación.

Después del éxito conseguido por esta iniciativa únicamente nos queda desearle larga vida a esta especial Loca Academia de Gladiadores .