´EL BUEN LADRON´

DIRECTOR: Neil Jordan. INTERPRETES: Nick Nolte, Tcheky Kayro, Nutsa Kukhianidae, Emir Kusturica. SALAS. Cáceres, Badajoz.

Lo que distingue las buenas de las malas películas del género (en este caso, el policiaco) es la manera en que son tratados los personajes. Enseguida se ve, en esos títulos tan escandalosos, llenos de ruido y de miles de planos, que lo que importa es la sucesión trepidante de escenas que provocan lo que la música a todo volumen en una discoteca: descontrol, aislamiento, agitación: evasión. Pero qué cansado se hace evadirse una y otra vez de la misma manera, tanto que uno poco a poco va inmunizándose y el estruendo empieza a producir molestias (por fortuna, nada irreparables).

Nada de esto hay en El buen ladrón , una película sobre el robo de unas pinturas valiosas guardadas bajo estrictas medidas de seguridad en Niza, en la Costa Azul francesa. La obra de Neil Jordan se mueve entre la intriga y los personajes y le falta un retrato más acabado de todos ellos (no de unos pocos) para alcanzar la grandeza que se le intuye.

Nick Nolte da el tono emotivo a un hombre al límite que busca la redención, y el submundo de la costa francesa donde ocurren los hechos está retratado con veracidad; hay un juego bien trabado entre los personajes, que se desean y se persiguen, que se aman y se traicionan (con un trasfondo trágico, que a veces se hace presente, pero que queda en segundo plano cuando Jordan da cabida, en la fase final, al emocionante robo).

El director de En compañía de lobos conduce esta pequeña pieza de cámara (remake de una película de Jean Pierre Melville) con cierto talento y envuelve al espectador sin demasiado ruido en la trama.