La Guardia Civil decomisó durante la noche del lunes y la madrugada de ayer más de siete toneladas de hachís que los narcotraficantes habían intentado introducir en Cataluña por vía marítima. Tanto por el norte, entre Tossa y Lloret de Mar (Selva), como por el sur, en L´Hospitalet de l´Infant (Baix Camp), donde los agentes lograron detener a 10 personas.

La mayor cantidad de droga (4,2 toneladas valoradas en seis millones de euros) fue localizada en la madrugada de ayer en la cala Morisca, que separa Tossa de Lloret de Mar. Los agentes habían montado junto a las policías de estos municipios una operación de vigilancia en la cala Llevadó de Tossa tras localizar unos bidones con 700 litros de gasolina en la costa que posiblemente pertenecían a una embarcación de traficantes que transportaban droga. De hecho, pretendían descargar el hachís en este punto del litoral, pero cuando se acercaban a la costa, sus contactos en tierra detectaron la presencia de policía y les alertaron para que huyeran. La Guardia Civil cree que, al verse descubiertos, esparcieron los 127 fardos de droga por la zona.