28 de octubre de 1811. Una densa bruma cubre Arroyomolinos, donde el ejército francés al mando del general Girard descansa plácidamente sin saber que su desgracia se aproxima lentamente. Antes de que el sol empezara a despuntar, los soldados de Napoleón se vieron sorprendidos por la tropa aliada, ingleses, portugueses y españoles comandados por el general Hill. La victoria fue contundente, La sorpresa de Arroyomolinos había sido todo un éxito.

Desde entonces, los ingleses han recordado este hecho como el Arroyo Day , conmemorándolo todos los años desde hace casi dos siglos. Pero aquí había pasado casi inadvertido, al menos hasta ahora, pues anticipándose al bicentenario de la batalla (en el 2011), Arroyomolinos ha empezado a recuperar su historia recreando la batalla con una celebración que comenzó el jueves y viernes con unas conferencias y que culminó durante el fin de semana con diferentes actividades, entre las que han destacado los desfiles y escaramuzas de las tropas recreacionistas de la Batalla de La Albuera y de la Leal Legión Extremeña, además de una representación teatral a cargo de los vecinos de la localidad en la que recrearon la batalla desde el punto de vista del pueblo.

En un fin de semana marcado por la lluvia --el sábado-- y el fuerte viento --ayer--, el programa previsto fue imposible de realizar, debiendo concentrar la mayor parte de las actividades del sábado en la Casa de Cultura de Arroyomolinos. Además de un desayuno popular y teatro, hubo música y bailes regionales, primero con el grupo de coros y danzas local, Flor de Jara, y después con el grupo Virgen de la Soledad, de Malpartida. La lluvia fue tan insistente que solo se pudo hacer un desfile de tropas, pues la humedad hacía imposible que funcionara la pólvora.

Sí se pudo hacer el domingo, el ruido y el olor a pólvora quemada de la escaramuza hizo las delicias de todos los presentes en Arroyomolinos. La conmemoración del pasado fin de semana, llevada a cabo gracias a la colaboración de la Diputación de Cáceres, el Cimov, Caja Extremadura y Banca Pueyo, sirvió de "ensayo general" para los actos del bicentenario, en el 2011.