Montcada i Reixac vivió ayer un crimen en el que un hombre de 33 años fue salvajemente apuñalado por el exnovio de su actual pareja, según fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO. El asesino, así lo recogieron las primeras pesquisas, actuó movido por los celos.

La mujer, de 29 años, y la víctima, ambos venezolanos, habían retomado su relación hacía pocas semanas después de una larga interrupción porque él regreso en su país. En ese espacio de tiempo, ella inició ua nueva relación con el joven, de 26 años y de nacionalidad española, que les atacó ayer. Pero ella no olvidaba a su antiguo compañero y le convenció para que volviera.

El asesino esperó a la pareja sentado en el bar Alzina, con un cuchillo de grandes dimensiones escondido bajo la ropa, mirando fijamente la salida subterránea de la estación de tren de Santa Maria. Sabía que tarde o temprano pasarían frente al local de camino a su casa Lo hicieron a las 10.20 horas, y entonces él salió a su encuentro.

Los dos se enzarzaron en una discusión, gritaron tanto que los primeros vecinos se asomaron para ver qué ocurría asistiendo a la macabra secuencia desde el principio. En cuanto el novio venezolano cayó al suelo, el exnovio comenzó a apuñalarlo.

«Ha sido algo inhumano, inhumano», repitió Montse, una y otra vez. Ferran y su mujer, desde la casa de al lado, incapaces de digerir tanta violencia, creían que lo que habían vivido formaba parte de una película. Él al ver a un hombre enloquecido apuñalando a otro, salió disparado en busca de su hijo, que estaba en un parque cercano. Cuando regresó, junto al pequeño, «seguía apuñalándolo», explicó.

El asesino fue despiadado con la víctima, con cuchilladas en zonas vitales: cuello, pecho, abdomen y genitales. Una tortura para los vecinos, que se desgañitaron suplicándole a gritos que cesara. Pero no lo hacía. Y cuando finalmente se detuvo, y soltó el cuchillo, varios hombres liberaron su frustración dándole una paliza. Las llamadas de auxilio al 112 relataron en tiempo real lo que sucedía.