Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a un hombre de 34 años como el presunto autor de la muerte de su padre a quien habría disparado en la cabeza en un domicilio del número 56 de la calle Villaescusa, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Todo ocurrió sobre las 2.00 horas de la madrugada cuando, por causas desconocidas, el hombre disparó a su padre, de 65 años.

Los facultativos del Summa sólo pudieron certificar la muerte del hombre a su llegada al domicilio, donde también se trasladaron los agentes de la policía para detener al sospechoso. Este les aseguró que no sabía lo que había pasado y que no había oído disparos. No obstante, encima de una mesa había una pistola recortada y cinco cartuchos distribuidos por la casa. La policía halló también una riñonera en la que había perdigones, además de una navaja, cocaína y un aerosol de autodefensa.

Los vecinos aseguraron a la policía que habían escuchado voces y tres disparos. Mientras tanto, el cuñado de la víctima señaló a los medios que el presunto asesino era "un golfo" que estaba "metido en la droga".

El hombre, que no quiso dar su nombre, se mostró consternado por la noticia, puesto que precisamente el pasado miércoles había estado con el fallecido. Sobre el hijo, se limitó a decir que "es un borracho perdido, drogado hasta los ojos".

Uno de los sobrinos de la víctima, Ismael Bergad, explicó a los periodistas congregados en el lugar de los hechos que su tío había sido cazador durante muchos años, pero llevaba tiempo sin practicar este hobby debido a su estado de salud.