La prensa y el equipo técnico y artístico de Imagining Argentina han discrepado frontalmente. La película de Christopher Hampton, proyectada en la sección competitiva, tuvo muy mala acogida en su primera proyección en la Mostra de Venecia.

El filme evoca el trágico episodio de los desaparecidos durante la dictadura de la junta militar argentina de los años 70. La clave del conflicto entre espectadores y los autores está en que la narración no sigue pautas realistas y el protagonista, que es un personaje visionario, puede ver, o entrever, las torturas a las que es sometida su esposa.

Emma Thompson, que defendió la validez de la película y con cara circunspecta, Hampton indicó: "El filme servirá para que mucha gente pueda conocer lo que pasó durante ese período negro en el que se registraron 35.000 desaparecidos".

El realizador de Imagining Argentina añadió: "Esta película es una metáfora. Cuando se está reprimido por un Gobierno dictatorial es difícil poder expresarse con libertad. La única arma para sobrevivir es la fantasía. Por eso hemos optado por la poesía".

La otra cinta en competición proyectada ayer fue la francesa Les sentiments , de Noémie Lvovsky. Narra la historia de una infidelidad que sólo se sale de lo convencional por las esporádicas apariciones de un grupo coral, ajeno a los acontecimientos, que se ponen a cantar sin ton ni son. Aunque parezca mentira, The dreamers tiene problemas para su distribución en Estados Unidos. La película ha sido clasificada 3R. "Me cuesta entender que alguien pueda considerar al público estadounidense inmaduro para ver una película que habla del erotismo, la política, la cinefilia y el rock", comentó perplejo Bernardo Bertolucci.