Uno de los 15 inmigrantes que viajaban, junto a otros nueve, en una patera que naufragó a 80 millas al sureste de Fuerteventura, y en cuyo interior se halló un cadáver, aseguró, a su llegada a la isla esta madrugada, que durante la dura travesía tiraron al mar a otros once compañeros.

De esta forma, y según el relato del superviviente, el número de inmigrantes fallecidos en esta expedición se elevaría a 13 personas, ya que hoy murió otro que tuvo que ser evacuado ayer a un centro hospitalario de Gran Canaria con quemaduras de pronóstico grave, según informó en un comunicado la Consejería de Sanidad del Ejecutivo canario.

Esta patera fue avistada a primeras horas de la tarde de ayer por un pesquero que faenaba por la zona y de los once cadáveres que sus ocupantes aseguran haber tiraron por la borda, nueve eran varones adultos y otros dos menores de edad, según informó el responsable de emergencias de Fuerteventura, Francisco Torres. Así lo contó este superviviente tanto a los tripulantes del atunero como a los efectivos de emergencia que atendieron a los náufragos a su llegada, esta madrugada, a Fuerteventura.

Otro de los inmigrantes que viajaba en la barquilla preguntó, ya en tierra, por su mujer, que, con tres meses de gestación, había tenido que ser evacuada previamente en helicóptero desde el pesquero que los rescató hasta un hospital de Gran Canaria.

Los 35 inmigrantes subsaharianos que conformaban esta expedición llevaban entre seis y siete días en el mar, según aseguró a Torres uno de los que pudo sobrevivir a esta trágica travesía en la que se dejaron la vida trece de sus compañeros (los once arrojados al agua más el que estaba fallecido en la barca y el fallecido hoy por quemaduras).