Un comité científico surcoreano revisará las investigaciones del biólogo Hwang Woo-suk, conocido internacionalmente por la primera clonación de embriones humanos y por la posterior obtención de células madre, para comprobar si los experimentos fueron auténticos o se exageraron los resultados. Hwang se encuentra en la cuerda floja después de que sus trabajos hayan sido calificados de fraude por uno de sus colaboradores en Corea del Sur, el doctor Roh Sung-il, y por su valedor estadounidense, Gerald Schatten.

La reacción de Hwang ha sido rápida, pero no del todo convincente. En una rueda de prensa celebrada ayer, el biólogo aseguró que demostrará la veracidad de los hallazgos. "No hay dudas de que logramos producir 11 líneas de células madre de embriones clonados a un paciente y de que tenemos la tecnología para crearlas de nuevo". El especialista admitió que seis de las líneas se contaminaron con moho durante el proceso de mantenimiento, pero agregó que aún quedan cinco congeladas con las que podrá mostrar la validez de su trabajo. Y eso sucederá "en los próximos días".

La polémica se inició en noviembre, cuando se reveló que colaboradores de Hwang habían pagado a mujeres donantes para conseguir óvulos y que se habían utilizado óvulos donados por dos miembros de su equipo. El profesor pidió perdón y dimitió de todos los cargos públicos que ocupaba.

El escándalo parecía zanjado, pero entonces surgió la figura de uno de los más estrechos colaboradores. El responsable del hospital Miz Medi en Seúl, Roh Sung-il, aseguró que no existían células madre de embriones clonados y acusó de manipular los datos para presentarlos en la revista Science , donde fueron publicados.