Cualquiera conoce la obra de Joseph Kahn mejor de lo que pueda creer. ¿Quién no recuerda el videoclip de Toxic, de Britney Spears, con la diva pop vestida de diamantes y como superespía vestida de azafata de vuelo para capturar a un hombre? ¿O el de Without me de Eminem, con el rapero protagonizando grandes parodias de personajes de cómic? ¿Y qué me dicen de Kylie Minogue y la montaña humana del clip de All the lovers? Todos ellos (como un puñado de espots emblemáticos de coches, videoconsolas y ordenadores) son obra del director estadounidense de origen coreano Joseph Kahn, quien debutó en el cine con el actioner motorizado Torque. Rodando al límite y presenta ahora Detention, un slasher posmoderno de ciencia ficción, entre El club de los cinco, Ponte en mi lugar, Donnie Darko y ochenta mil referencias adicionales. La película, que tiene aura de filme de culto, ha sido una de las mejores sorpresas de Sitges.

--En fin, qué locura de película. No sé por dónde empezar.

--¿Le ha gustado? Me alegra saberlo, porque el primer pase fue demasiado tranquilo. No sé si al ser una película tan rápida, es imposible seguirla con subtítulos. Si no entiendes el inglés, lo ideal es verla doblada. Mi intención es crear también gráficos en castellano.

--Es eso: la película no solo presenta diálogos más rápidos que La red social, sino que, además, está llena de gráficos y detalles digitales adicionales, como Scott Pilgrim contra el mundo. --He concebido Detention como uno de mis videoclips. No es para verla una vez, sino muchas veces, porque el flujo de información es constante y denso.

--Pero, pese a todo, la película fluye bien. Su ritmo te arrastra.

--Siempre filmo con el ritmo en la mente... Para mí los actores, son como músicos en una jam session que yo estoy liderando.

--Es difícil definir la película: es un slasher posmoderno con ecos de Scream, pero lleva incluso más allá el juego de la metaficción; y además contiene cambio de cuerpos, viajes en el tiempo, millones de referencias pop...

--Quería hacer esa película que a mí me gustaría ver. Como la pagué con mi dinero, no tenía que rendir cuentas a nadie (risas). Ahora mismo estoy endeudado hasta las cejas, pero espero que la película tenga vida comercial y me pueda recuperar.

--Si no es indiscreción, ¿cuánto costó la película?

--1,2 millones de dólares solo en las canciones. Y para los demás, 2,5 millones adicionales.

--Es mucho dinero, pero bien invertido; luce como una película más cara.

--Gracias, me alegra saberlo.

--¿Cómo cree que será recibida la película?

--Las peores críticas, por ahora, han venido de fans del terror. Quizá sea por la música. Ese público escucha más metal y hard rock que música pop mainstream o rock alternativo, que es el tipo de sonidos que aparecen en el filme y a los que se rinde tributo.

--¿Hay que ser erudito en cultura pop para disfrutar de Detention?

--Creo que no, creo que la relación entre los personajes centrales debería atraer a un público general. Con toda su ironía y su referencialidad, la película también tiene un corazón.

--¿Y hay que tener menos de 20 años para disfrutarla?

--No, mírese, usted tiene más y la ha disfrutado (risas). Pero sí que es cierto que tiene un ritmo específico de la juventud de ahora, habituada a consumir la información de forma más rápida y por diversos canales a la vez. Quería reflejar cómo se consume la cultura pop hoy en día y la influencia de Internet. En un filme de hace 20 años, mi héroe, Clapton Davis, habría querido montar un grupo. Ahora quiere montar una web al estilo de Pitchfork.

--Josh Hutcherson (Los chicos están bien) brilla como Clapton Davis, pero es que todo el reparto es maravilloso. Para mí la gran revelación es Spencer Locke como Ione; desprende una energía infecciosa.

--A Spencer la teníamos controlada mi coguionista (Mark Palermo) y yo de la serie Cougar Town. Cuando vino a vernos pidió que le hiciéramos una prueba. Yo le contesté: "¿Una prueba? ¿Qué? ¡Pero si el papel ya es tuyo!".