Quizá el Almacén Temporal Centralizado de Residuos Tóxicos (ATC) se instale finalmente en Yebra o quizá no, pero este pequeño pueblo castellano-manchego, de 600 habitantes, ya ha ingresado en los anales municipales de España por ser el primero en optar, de forma democrática, a cobijar una instalación nuclear. Su alcalde, Juan Pedro Sánchez, del PP, dice que no imaginó el fuerte tirón de orejas que le ha dado el partido. Ahora defiende su decisión "a muerte"

--Su pueblo está dividido; a usted su partido, el PP, le ha dicho que le va a expedientar; y también recibe otro tipo de amenazas: de muerte, anónimas, por teléfono. ¿Tanto le merece la pena a Yebra el almacén nuclear?--Hay acuerdos que son fáciles de tomar y otros que no. Este es un caso difícil, que ocasiona muchos trastornos personales. Pero a mí se me pide que defienda los intereses de mi pueblo. Al coste que sea.

--¿Y no tiembla al tomar una decisión que puede afectar a su municipio durante varias generaciones?--La decisión no se ha tomado a la ligera. Uno tiene reservas, lo medita con los concejales, sopesa los pros y los contras y después hay que defenderlo a muerte, aunque no sea compartido por todo el mundo.

--No supuso que la secretaria general del PP defendiese la necesidad de expedientarle.--Francamente, no.

--Y si lo hubiese sabido, ¿habría cambiado en algo su decisión?--Para nada. Mi compromiso en el almacén nuclear es con los ciudadanos de Yebra, y si hubiese una confrontación de intereses teníamos claro que íbamos a optar por el interés municipal. En esto me debo a mi pueblo, no a mi partido.

--El almacén creará 300 empleos y 700 millones de inversión, pero todo ese dinero no solo caerá sobre su pueblo, si finalmente es elegido, sino también sobre otros municipios de la comarca. La opinión de otros alcaldes es importante, ¿no?--Ellos, mire usted, la mayoría están de acuerdo. Lo que ocurre es que a veces para tomar esta decisión, pues no todo el mundo... Es mucho más fácil decir que no que decir que sí.

--Su zona sigue estando deprimida, pese a los 40 años de la vecina central de Zorita. ¿Cambiaría esa situación el almacén nuclear?--Zorita no ha sido por sí sola la panacea, pero sin ella la zona estaría mucho peor. Igual que ocurriría con el pueblo de Trillo. En el cercano Trillo, antes de construir la central, había entre 200 y 300 personas censadas. Ahora creo que hay 1.500 con un nivel adquisitivo bastante alto.