El juez de La Seu de Urgell (Lérida) ha imputado (o decidido investigar, según la nueva denominación) a los padres de Nadia Nerea, Fernando Blanco y Margalida Garau, por un delito de estafa, al haber recaudado fondos para el tratamiento de la niña de 11 años, que padece una enfermedad rara, usando falsedades sobre el estado de la menor y de las operaciones a las tenía que ser sometida. El padre, que fue detenido el miércoles y ayer estaba pendiente de pasar a disposición judicial, ha reconocido ahora que exageró la historia, difundida por diversos medios de comunicación, y que no había llevado a la niña a Houston (Estados Unidos) para ser intervenida, sino a curanderos.

La madre también fue arrestada por la policía autonómica en la noche del miércoles. Nadia quedó al cuidado de una familia amiga, hasta que la mujer quedó en libertad alrededor de las cinco de la madrugada. Horas antes, los Mossos d’Esquadra, en presencia del juez, registraron el domicilio familiar.

La inspección judicial duró hasta la medianoche. El magistrado había requerido en dos ocasiones a la familia de la menor los expedientes médicos de la pequeña, que no habían sido entregados por los progenitores. Uno de los objetivos del registro era encontrar estos documentos y otras pruebas. El togado también había pedido el pasaporte de Nadia para evitar que fuera sacada del país y el martes ordenó el bloqueo de cuentas corrientes.

MILES DE EUROS RECAUDADOS / La cantidad recaudada durante los últimos años por la familia, que registró en junio del 2009 en Baleares una asociación con el nombre de la niña y la enfermedad que padece (tricotiodistrofia), es de decenas de miles de euros. Solo en la última campaña, lanzada tras la publicación en El Mundo de un reportaje, la suma en cuatro días fue de más de 153.000 euros. Los Mossos, por orden del juez, están rastreando las cuentas corrientes para saber el montante total. Hay plataformas de afectados que se están organizado para presentarse como acusación particular y para reclamar la devolución de los donativos.

Fuentes judiciales explicaron ayer a este diario que Fernando Blanco iba a pasar a disposición judicial en cuanto los Mossos hubieran finalizado su atestado. El plazo máximo es de 72 horas desde el arresto. Es decir, el periodo expira mañana.

En un principio, la policía autonómica, que tenía el mandamiento del juez para requerir al progenitor de la niña los informes médicos, no localizaba al padre de Nadia. Cuando lo halló en La Seu d’Urgell, lo detuvo. El fiscal jefe de Lleida ha admitido que la detención se acordó porque en las últimas 48 horas se desconocía el paradero de Fernando Blanco y públicamente había dado diferentes versiones sobre dónde se encontraba.