Están o no justificados los dos tiros a bocajarro que el director de seguridad de Tous disparó el sábado por la tarde contra el albanés Gazmend Sinani provocándole la muerte, ayer por la mañana tras dos días de agonía en la UCI de un hospital Esto deberá considerar hoy el juez de Manresa que interrogue a Luis Corominas después de que el detenido, casado con una hija de los joyeros y padre de cuatro hijos, se negara anoche a declarar ante los Mossos d´ Esquadra, que lo detuvieron pocas horas después del suceso ocurrido a las puertas de la casa de sus suegros, en Sant Fruitós de Bages. Los Mossos lo presentarán ante el juez acusado de un homicidio imprudente, porque los investigadores entienden que no había voluntad de matar.

Los Mossos, que investigan el suceso aislados del debate que el incidente ha generado en torno al derecho a la defensa, han reconstruido lo que ocurrió a las siete de la tarde, en la casa.

A esa hora, el vigilante encargado del control de las cámaras de seguridad de la familia detectó en los monitores de la sala de control de la empresa que unos extraños armados se habían adentrado en el jardín de la casa, en la exclusiva urbanización Pineda de Bages. El hombre alertó a su director, que a su vez es yerno del matrimonio.

NO HABIA NADIE Corominas subió a su coche y se acercó al chalet. Sabía que no había nadie. Sus suegros acompañaban a otra hija que acababa de parir. Entró en el jardín y siguió las instrucciones que por el móvil le daba el vigilante que visionaba los monitores, volvió a salir de la casa, y regresó al coche. Estacionado al otro lado de una de las calles que delimitan la vivienda familiar había un Renault Megane con dos hombres sentados en el asiento delantero.

Entonces se dirigió al de los sospechosos. Circuló a su lado y se detuvo a la altura del conductor, que tenía la ventana cerrada. Corominas levantó su pistola y disparó dos veces contra el conductor. La primera bala entró por la sien. La segunda se alojó en la cabeza. Los dos hombres iban desarmados y en el maletero del coche, de alquiler, guardaban transmisores y herramientas propias de atracadores. Hoy, Corominas deberá explicar ante el juez por qué disparó. El copiloto, el también albanés Kasum Duljaj, huyó y fue retenido por Corominas, que lo esposó y encañonó hasta la llegada de los Mossos, apenas un minutos después. En un primer momento, Corominas relató que los sospechosos querían atropellarle.

Cuando los agentes comprobaron que su primera versión era incompatible con las heridas de bala, optaron por detenerle para garantizarle los derechos como imputado y para que pudiera ser asistido por su letrado. Este, José Angel González Franco, desmintió que su cliente hubiera dado ninguna versión de los hechos y explicó que actuó en legítima defensa. El abogado de Tous ya ha entregado a los Mossos las grabaciones de ese día y otras anteriores.