TLteo estos días que el Mojamé de Marruecos ha impuesto una multa de 270.000 euros al semanario Le Journal Hebdomaire porque éste calificaba un informe sobre el Frente Polisario, hecho por el Centro Europeo de Investigación, de estar teledirigido desde Marruecos. He ahí la muestra fehaciente de los aires de libertad que se respiran en ese país, dominado por un sátrapa amigo de ZP que es, a su vez, hijo de padre de su misma calaña y hermano putativo de Juan Carlos I .

En 1971, el Franco ordenó cerrar Diario Madrid . Y en 1973 dinamitó el edificio que lo albergaba, como triste colofón metafórico y aviso de que le era fácil borrar del mapa a todos aquellos que pretendieran criticarle o, tan siquiera, poner en duda hasta la más mínima de sus arbitrarias decisiones. Algo que, desgraciadamente, ya había demostrado en innumerables ocasiones. Y que siguió demostrando hasta que estiró la pata.

Lo que ha hecho el Ibarra con El Periódico Extremadura es igual de ruin. Pero, como en él suele ser habitual, de manera más sibilina, más sinuosa, más ibarriana. Iluminado, ad libitum, con ese convencimiento patrimonialista y cortijero del poder, le cierra el grifo de las suscripciones y de la publicidad tratando de ahogar económicamente al crítico. Y además, en este caso, haciendo alarde de dotes adivinatorias sobre la actitud del nuevo director in pectore, ¿quizás por la negativa a que se nombrara a algún rocín de su cuadra?

Lo cual, que vaya trío: El Mojamé, el Franco y el Ibarra, inmensurables paladines de la libertad de expresión. ¡Agárrame esa mosca por el rabo! jabuizaunex.es