Si hay un adjetivo que pueda definir la obra estrenada ayer en el teatro romano de Mérida, es espectacular . El escenario clásico del teatro se llena de una serie de elementos que más bien podrían corresponder a una obra contemporánea que a la versión de su autor Aristófanes.

Lisístrata , de Carles Santos, es una adaptación musical donde el vanguardismo inunda todo el espacio teatral. Con misterio empieza el espectáculo, que a lo largo de una hora y media nos cuenta las estratagemas que las mujeres griegas utilizan para que sus maridos dejen de luchar entre sí. Para conseguir su objetivo se decide imponer una obligada abstinencia sexual.

Se puede considerar, Lisístrata como una especie de alegato feminista, donde las mujeres se ven obligadas a tomar partido en lo que los hombres llaman asuntos mayores .

La nota a destacar en este espectáculo, es la cantidad de objetos que hacen referencia al mundo actual, como las motos que se pasean por el escenario, o el coche que atraviesa el mismo.

La adaptación de Aristófanes, que cuenta con más de ochenta personas entre actores, músicos y cantantes, comenzó ayer y seguirá hasta el próximo día 20, para continuar del 23 al 27 de julio. Es la segunda obra que presenta el Festival de Mérida, y cuyo director pretende hacer visibles las metáforas musicales que fabrica en su mente.