El momento álgido de la lluvia de estrellas fugaces de cada verano empezó la noche de ayer pero podrá disfrutarse igualmente esta noche. Las denominadas Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo podrán observarse con la máxima intensidad, aunque los expertos recomiendan esperar que se ponga la luna. Éste año está casi llena y mientras brilla dificulta la visión del ‘polvo de estrellas’. Para disfrutar de ese momento habrá que trasnochar mucho o levantarse muy pronto porque el satélite terrestre no desaparecerá del firmamento hasta las cinco de la mañana.

También es muy importante que en el lugar donde se realizace la observación no haya mucha contaminación lumínica. Es mejor alejarse de ciudades y zonas densamente pobladas. Los observatorios de pueblos y ciudades son una buena opción ya que acostumbran a estar situados estratégicamente para seguir este tipo de acontecimientos.

POLVO DE LAS COMETAS / Las llamadas estrellas fugaces son, en realidad, pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas -o asteroides- a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol y que se desprenden debido al deshielo producido por el calor solar. La nube de partículas resultante (llamados meteoroides) se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol.

Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.

CERCA DE LA TIERRA / La actividad de las Perseidas procede del cometa Swift-Tuttle, que con un tamaño aproximado de 26 kilómetros de diámetro, es el mayor objeto que de forma periódica se acerca a la Tierra.

El resultado es un cielo de verano de lluvia de estrellas que desde rincones de Extremadura alejados de los núcleos urbanos se puede observar y disfrutar en toda su plenitud. De hecho, la comunidad es uno de los destinos turísticos para contemplar el cielo nocturno.