Rosario Porto, la madre de la niña de 12 años Asunta Basterra, hallada muerta el pasado domingo en una pista forestal cercana a Santiago de Compostela, fue acusada ayer formalmente por la policía del homicidio de la pequeña. Los investigadores policiales consideran que el testimonio de la mujer, una abogada muy conocida en Galicia y excónsul de Francia, presenta varias "incongruencias y ambigüedades" que podrían revelar una supuesta voluntad de encubrir hechos delictivos.

Los policías, tras analizar las cámaras de seguridad de las zonas próximas a la vivienda de Porto, han detectado que la mujer salió en coche acompañada de la niña en una hora en la que supuestamente la pequeña ya había desaparecido.

Rosario Porto fue detenida después del funeral de la menor en el tanatorio de Boisaca y su posterior incineración. La mujer se encontraba anoche detenida por la Guardia Civil, que la puede retener hasta 48 horas, según fuentes judiciales.

Asunta Basterra era la única hija de Porto y fue adoptada en China por ella y su entonces marido, el periodista Alfonso Basterra, cuando aún no había cumplido un año. La pareja, actualmente separada, mantenía relación y vivía a escasos 20 metros de distancia para que la pequeña pudiera ir de una casa a otra.

Porto denunció el pasado sábado por la noche con su exmarido la desaparición de la niña, de la que dijo que se había quedado en su domicilio, ubicado en el casco urbano de Santiago, cuando ella salió esa tarde de casa. Al comprobar que no regresaba y que tampoco había acudido a casa de su padre, denunció la ausencia. La pequeña, una alumna brillante y apreciada por sus compañeros, fue encontrada ya en la madrugada del domingo en una pista forestal del vecino municipio de Teo, en un lugar accesible y transitado, cercano a una casa de la familia.

La autopsia descartó que hubiese sufrido agresión sexual y apuntó a la asfixia como causa de la muerte de la menor. Rosario Porto denunció entonces un supuesto intento de robo en su casa durante el pasado julio, cuando tras haberse dejado las llaves en la puerta de casa, su hija descubrió a un individuo en su habitación. Porto declaró que optó por no denunciar el suceso "para que la niña no tuviese que ir a declarar y no quedase traumatizada".