Marruecos desbloqueó la semana pasada el veto que impuso en octubre a la adopción internacional. Los tribunales marroquís empezaron a notificar el jueves sentencias favorables a familias españolas que esperaban tramitar la tutela de un niño de esa nacionalidad. Algunas de las beneficiadas, según indicó el Ministerio español de Asuntos Exteriores, forman parte del grupo de 62 a las que ya se había asignado un menor cuando las puertas se cerraron en otoño. La decisión fue tomada por el partido que encabeza el Gobierno local, el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD).

La adopción, estrictamente hablando, no existe en Marruecos. Lo que se permite es la kafala , una tutela permanente sujeta a ciertas condiciones: que el menor no pierda su nombre, su nacionalidad ni su religión. Esa fue precisamente la queja marroquí: que en algunos casos, en cuanto las familias españolas estaban ya en casa con el menor, le cambiaban el nombre y lo bautizaban.

En una muestra de que se persigue respetar la sensibilidad de Rabat respecto de esta cuestión, el Gobierno español se felicitó ayer por el desbloqueo de las kafalas , al tiempo que esgrimió su "firme compromiso" para que se respeten los términos pactados al conceder una tutela.

Marruecos, un país en el que los orfanatos están repletos y donde se calcula que cada día son abandonados 26 niños, empezó a mostrarse molesto en marzo, cuando se paralizaron los procesos abiertos. En octubre el ministro español de Justicia se entrevistó con el Ejecutivo marroquí para que desbloquearan los casos pendientes.