--¡Le han hecho hijo predilecto de L´Hospitalet!

--Una inconsciencia...

--En su carnet de charnego, ¿qué pone?

--Mi madre es de Salamanca; mi padre, de Zarza de Alange (Badajoz). Yo prefiero la mezcla a lo puro, pero vivimos en un país muy complicado, donde todo se politiza. ¿Son menos catalanes Estopa que Lluís Llach? Yo creo que no.

--Háblenos de Cobardes. ¿Por qué el tema del acoso escolar?

--Empezamos explorando el bullying en la escuela y vimos que existe acoso en el trabajo y en tu propia casa. A los gobernantes les interesa también que la gente viva con miedo.

--¿Antes no había hostigamiento?

--Lo ha habido siempre. En el cole, si tenías las orejas grandes, acababas siendo el Orejas. El resultado dependía de tu habilidad para escabullirte. Si afrontabas el problema, lo más probable es que desapareciera.

--¿Han investigado a fondo?

--Nos hemos entrevistado con padres, maestros, psicólogos, sociólogos y alumnos. Nos ha sorprendido que los chavales hoy en día, en una sola semana, reciban más información que sus abuelos en toda su vida. Y no tienen nuestro discernimiento. También existe cierta sobreprotección por parte de los padres.

--Parece una contradicción.

--Hay una fractura que hemos querido analizar en la cinta: creemos que estamos creando un mundo más seguro para nuestros hijos y quizá cada vez nos estamos blindando más.

--O sea, desdramatizan el acoso.

--Cobardes interesará a la gente de mi generación que tiene hijos: tal vez estamos fallando en algo. Al fin y al cabo, los niños son nuestro reflejo. Una parte consustancial de la vida es la lucha, el aprendizaje. Si te obsesionas con que tu hijo se caiga, el problema es tuyo, no del crío. El chaval se va a caer de todas formas. Dale herramientas para afrontarlo.

--Recomiéndeme un libro.

--Me apasiona A sangre fría, de Truman Capote. Lo he leído varias veces.

--¿Un disco?

--Tengo mis mitos: Volando voy, de Camarón de la Isla. Me hizo sufrir mucho cuando se nos fue.

--¿Una película?

--Todo Woody Allen. Todo Almodóvar. Y la trilogía de El Padrino.

--¿No le cansa el oficio de chistoso?

--Me cuesta empatizar con quien no tiene sentido del humor o no sabe reírse de sí mismo y de la vida.