En los jesuitas de Sarrià, el escritor y abogado Ildefonso Falcones conoció a los amigos que aún tiene, se granjeó una reputación como estudiante aplicado í"imagino que mis notas de religión eran buenas"í y cimentó las primeras letras que, con el tiempo, levantaron La catedral del mar , novela encumbrada a best-seller por dos millones de lectores. Una bendición más propia del talento que de la iluminación.

¿Qué poso dejó aquella enseñanza inspirada en san Ignacio de Loyola? ¿Cómo vive la espiritualidad? "Es una forma de entender el ejercicio religioso bastante subjetiva, algo que ha sido denunciado por la propia Iglesia y el mismo Papa como un mal generalizado en nuestros días --explica Falcones--. El problema radica en saber quién puede tener la culpa de esta situación, si las instituciones o los creyentes".

Esta perspectiva heterodoxa le acompaña a la hora de valorar a Benedicto XVI. Le considera "un hombre extremadamente culto e inteligente".