No fueron ni de lejos los "cientos de miles de ciudadanos" que los responsables esperaban: la Marcha por la Vida que la organización Derecho a Vivir convocó ayer en una cincuentena de ciudades españolas para pedir la prohibición total del aborto no tuvo la enjundia que dan las grandes multitudes, y se saldó con una manifestación principal, la de Madrid, a la que acudieron miles de personas, y manifestaciones menores en el resto de España que en el mejor de los casos congregaron a unos cuantos centenares.

En cualquier caso, el epicentro de la jornada estaba en Madrid, y así lo entendieron las integrantes del movimiento feminista Femen. Cinco de ellas irrumpieron semidesnudas en la manifestación gritando consignas en favor del aborto libre.