Cuatro tripulantes de un helicóptero de la Guardia Civil fallecieron ayer en San Tirso de Abres (Asturias) después de que el aparato se estrellara. El aparato chocó con unos cables de alta tensión antes de incendiarse y caer, informó el cuerpo policial.

Las víctimas son el teniente Guillermo Antúñez Mellado, de 27 años, soltero y natural de Sevilla; el sargento Angel Macías Alvarez, de 32 años, casado y nacido en León, ambos pilotos del aparato y destinados en Oviedo; y los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) Santiago Fuente Galloso, cabo, de 31 años, soltero y nacido en Barcelona, y el guardia Diego Barreiro Chousa, de 29 años, soltero y de Lugo, ambos destinados en el puesto de Vegadeo.

Un vecino de Solmayor, José Fernández Yanes, llamó al 112 Asturias después de presenciar el accidente en compañía de su padre. Fernández explicó que el aparato "volaba muy bajo y sufrió en el aire una gran explosión" cuando sobrevolaba el río Eo. "Escuchamos el estampido y, tras la lógica alarma, mi padre y yo vimos caer la bola de fuego azul al suelo", añadió. El siniestro se produjo a las 18.35 horas y provocó un incendio forestal.