Dos hermanos cacereños y residentes en Vitoria, la novia de uno de ellos y la hija de ésta perdieron el viernes la vida al estrellarse por causas desconocidas la avioneta en la que viajaban en la provincia de Málaga. El accidente ocurrió el viernes a las 20.15 horas, cuando la avioneta propiedad de la escuela de vuelo Aerotec se precipitó al suelo en un campo de batatas en la zona conocida como El Trapiche momentos después de salir del aeródromo Leoni Benabú de Vélez-Málaga.

Los fallecidos son Diego M. S, de 30 años, instructor de vuelo y era el que pilotaba la aeronave; su hermano José M. S. cuya edad no ha sido confirmada, Susana R. T., de 35 y novia del piloto, y la hija de ésta, Paula V. G., de 8 años. Los dos hermanos eran naturales de la provincia de Cáceres, aunque residían en Vitoria. La agencia Efe informó ayer que las otras dos víctimas también procedían de Cáceres, extremo que no pudo confirmar EL PERIODICO al cierre de esta edición. Los cuatro cadáveres iban a ser trasladados a Vitoria cuando terminase la autopsia que se les estaba practicando ayer en el Parque Cementerio de Málaga.

EL RESCATE

Los bomberos tardaron más de tres horas en rescatar los cuerpos de las cuatro víctimas, que quedaron carbonizados tras la explosión, y completaron esta labor poco antes de la medianoche. Fuentes de los bomberos explicaron que el rescate fue "muy difícil", ya que tuvieron que cortar mucha chapa del fuselaje de la aeronave y, al encontrarse los asientos de la misma instalados a muy poca distancia, los cuerpos se encontraban "muy juntos".

Por su parte, una portavoz de la escuela Aerotec, propietaria del aparato, informó que el siniestro se produjo durante un vuelo rutinario de divulgación y que la avioneta era una Cessna 172, con "unos veinte años" de antigüedad y que había pasado una revisión "hacía pocas horas".

La investigación sobre las causas del accidente están bajo secreto de sumario, según fuentes cercanas, que advirtieron de la dificultad de la misma al no contar el aparato con caja negra y centrarse esta labor en el motor.

Luis Munar, abogado del Real Aeroclub de Málaga, con sede en el aeródromo, aseguró que el piloto era "muy experimentado" y que el aparato, de doble mando, se estrelló fuera del recinto del aeródromo, en el cauce de un río.