El número de personas fallecidas en el Reino Unido como consecuencia del consumo de alcohol se ha duplicado en los últimos 14 años, al pasar de 4.144 en 1991 a 8.386 fallecimientos en el 2005. En ese periodo, según datos de la oficina británica de Estadística, también creció, concretamente en un 20%, el número de menores de 18 años de ambos sexos que tuvieron que ser atendidos en un hospital debido a un coma etílico. Más de dos terceras partes de los fallecidos en el 2005 por causas relacionadas con la bebida eran hombres.

Con estos datos como telón de fondo, el nuevo presidente del colegio de médicos del Reino Unido, Ian Gilmore, abogó ayer por el veto total de la publicidad de bebidas alcohólicas. Gilmore aseguró que la prohibición debería afectar también al patrocinio de acontecimientos deportivos por parte de empresas de ese sector, a la vez que criticó por "irresponsables" a los supermercados que se dedican a ofrecer bebidas alcohólicas de bajo precio para atraer a clientes.

Gilmore reclamó un aumento de los impuestos sobre el alcohol y apuntó que las tasas deberían estar ligadas a su graduación.