Mediante la representación de La paz , de Aristófanes, "la paz bajará al escenario del Teatro Romano de Mérida" dentro del Festival de Teatro Clásico emeritense, que se celebrará entre julio y agosto, afirmó ayer el dramaturgo Miguel Murillo.

Murillo ha adaptado la obra de Aristófanes y asistió en Mérida a las pruebas de selección de la veintena de actores extremeños (de los 90 que asistieron) que compondrán el reparto del espectáculo, una producción del festival emeritense y cuyo papel protagonista, el de Trigeo, lo interpretará Joaquín Kremel.

Para el autor, "nunca hay que dejar de hablar de la paz, tal como se hacia hace dos mil quinientos años. Entonces, la gente del teatro reivindicaban la paz incluso a costa de sus propias vidas porque Aristófanes, en contra de la intención de la propia Atenas de conquistar el mundo que le rodeaba, fue perseguido por oponerse a las guerras", agregó.

Murillo dijo que "Aristófanes nos lleva una delantera en cuanto a su obra y a su intención cómica, porque La paz la escribió para celebrar unas de las paces conseguida".

Respecto a su trabajo de adaptación, Murillo dijo que "es una versión muy libre" ya que "al espectador de hoy hay que contarle algo más de lo que Aristófanes contaba".

LA GUERRA

"Se habla de un héroe, Trigeo, --argumentó-- que sube montado en un escarabajo hasta el trono de Zeus para arrebatar la paz. Trigeo pierde la razón y se convierte en una especie de Quijote de hace dos mil quinientos años".

Para "trasladar al siglo XXI" esta obra, continuó, ha añadido diversas referencias de actualidad, canciones, poemas y diversos personajes.

"Es una comedia y el vehículo va a ser el humor, la acción y la música, aunque por debajo de esto está la denuncia absolutamente clara y tajante de la necesidad del mundo de encontrar la paz", explicó.

Por su parte, el director de la obra, Juan Margallo, subrayó que el trabajo de Murillo "conserva el espíritu de Aristófanes y sitúa la obra en el siglo XXI porque tiene referencias a la guerra de Irak". Añadió que, debido a este conflicto, la obra de Aristófanes "viene como anillo al dedo".