A los medios de comunicación que ayer acudieron a entrevistar a la cantante Chenoa les prohibieron expresamente formularle preguntas sobre su vida privada. Llegó tarde al encuentro, por lo que pidió repetidamente disculpas, y se mostró resuelta, simpática y abierta, como aparenta ser. Estuvo en Badajoz promocionando su último disco, Desafiando la gravedad .
-- ¿En una entrevista eres Laura o Chenoa?
-- Chenoa, Chenoa, así me pongo las pilas. Laura es cuando estoy en casa, más tranquilita. Mi padre cuando se enfada me llama María Laura y ahí tenemos problemas.
-- La mayoría de las canciones de tu último disco son composiciones tuyas.
-- Tengo la autoría de nueve temas. Me puse a escribir hace cinco años. En los dos anteriores trabajos empecé a hacer de letrista, le agarré gustillo y en éste no lo tenía pensado pero la discográfica y el equipo me animaban mucho. Me sorprendió porque cuando te llegan canciones de autores es más variado. Ellos querían que yo hablase con lenguaje propio, soy más urbana y más tosca, pero con la gracia de tener a los productores, Mauricio y Joel, que son más románticos y más poéticos que yo y le ponen el ingrediente.
-- ¿Cómo es la Chenoa de este último trabajo?
-- El disco tiene de todo. Estoy en plan muy tierno, se parece mucho a mi segundo trabajo Soy mujer . Es una reestructuración de todos los trabajos que he hecho hasta ahora mismo, no es un disco de evolución.
-- ¿Te molesta que te llamen ´triunfita´?
-- No, yo no tengo lío. Con que lo hagan con cariño, no tengo problema. Venimos de ahí, no es malo, es bueno.
-- Para ti fue muy bueno.
--Fue estupendo.
-- Aunque ya llevabas mucho tiempo trabajando.
-- Llevaba diez añitos de anonimato, y mis padres más de 30 de trabajos de hoteles. Es de lo que nosotros vivimos y comemos, vaya como vaya es lo que sabemos hacer.
-- ¿No te importaría volver a la orquesta?
--A mí no se me caen los anillos. Tengo que trabajar como todo el mundo para pagar mis cosas. No me deslumbra tanto lo que veo, no me llena.
-- ¿Darás algún concierto en Extremadura?
-- Estaríamos encantados.
-- Durante mucho tiempo fuiste objetivo de la prensa rosa, ¿cómo conseguiste esquivarla?
-- Es una cuestión de actitud. Les queda claro que no hay por dónde me pillen, aunque lo intentan siempre y cuando han querido hacer daño, lo han hecho.