La 61ª edición del Festival de la Canción de Sanremo, en Italia, arrancó ayer con la cantante española Raquel del Rosario y con Elisabetta Canalis, novia del actor George Clooney, subidas al escenario del teatro Aristón, que un año más ha sido el lugar elegido para acoger el certamen, que ha congregado a más de 10 millones de italianos ante el televisor. Mientras la italiana ejercerá de presentadora junto al veterano cantante Gianni Morandi, la vocalista de El sueño de Morfeo competirá en la categoría de grandes artistas interpretando junto a Luca Barbarossa el tema Fino in fondo. La intérprete española se mide en este apartado con otros 13 grandes nombres de la canción italiana como Patty Bravo, recordada por su tema La Bambola, con el que logró el éxito internacional a finales de la década de los 60, o Al Bano, que cuenta con una importante trayectoria en el festival. La final se celebrará el próximo sábado, cuando también se anunciará quién será el representante de Italia en el Festival de Eurovisión, que se celebrará en mayo de 2011 en la ciudad alemana de Düsseldorf y que tras trece años volverá a contar con un representante italiano. De Niro, Bellucci y Benigni Los responsables del Festival intentan contar con el mayor número de invitados de relieve posibles, entre ellos, el actor de origen cubano Andy García, o el estadounidense Robert De Niro, que acudirá junto a Monica Bellucci, con quien protagoniza la última entrega de Manuale D''Amore. También está previsto que actúen la canadiense Avril Lavigne y el conjunto británico Take That, mientras se conjetura sobre la posible presencia por sorpresa de George Clooney, quien, según los medios, sigue muy de cerca la preparación del certamen desde Ohio (EEUU), donde se encuentra por motivos profesionales. Este jueves el festival estará dedicado a la conmemoración del 150 aniversario de la Unidad de Italia, el certamen contará con la intervención del oscarizado Roberto Benigni, director de La vida es bella (1997), que interpretará su particular versión del himno italiano, en una actuación que ha levantado gran expectación después de que su última intervención en un programa de la Rai fuera muy crítica con la dirección de la cadena y con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, actualmente en el centro de un escándalo de índole sexual.