La propuesta de días de huelga presentada ayer por los sindicatos de AENA es desalentadora para todos aquellos que aspiraran a aprovechar un puente o largarse de vacaciones en los momentos clave del verano. Son 22 citas marcadas en fluorescente sobre el calendario que, si las negociaciones no lo impiden, comenzarán dentro de seis semanas. La gran diferencia respecto al conflicto con los controladores aéreos es que, además de que se trata de un paro legal y avisado con tiempo, el funcionamiento de los aeropuertos estaría garantizado.

Los sindicatos que representan a los trabajadores de AENA --CCOO, UGT y USO-- entregaron ayer el preaviso de huelga con los días solicitados. Poco después, y tras dos semanas en las que no había habido contactos entre las dos partes, la empresa habló con ellos y les citó para mañana. El motivo de discordia es la privatización de AENA: los asalariados reclaman que se mantengan sus derechos laborales a pesar del cambio de dueño en algunos de sus centros de trabajo (o sea, Barcelona y Madrid). Los responsables de la gestora aeroportuaria responden que así será, pero hay ciertos flecos todavía por resolver. Algunas fuentes conocedoras de las conversaciones achacan el anuncio de huelga a una forma más de negociación.

ORGANIZACION EXTERNALIZADA AENA tiene 13.000 trabajadores. De estos, 2.400 son controladores y unos 1.500 son personal interino o relevistas, es decir, gente que tiene contratos compartidos con prejubilados. A efectos prácticos, irían a la huelga de Semana Santa, mayo y el verano unos 9.600, según una portavoz de la empresa. Entre ellos están los bomberos, médicos, técnicos de mantenimiento, operarios de pistas, administrativos o servicios de apoyo en las terminales, entre otros.

De todos estos hay ciertos puestos que se consideran "críticos", ya que, sin ellos, sería muy complicado mantener el funcionamiento habitual de algunos de los 47 aeropuertos de la red. No obstante, la limpieza, seguridad o el handling (que son las firmas encargadas de gestionar las maletas) ya las llevan a cabo otras empresas que no estarían afectadas por el paro.

"A golpe de decreto está claro que la batalla legal con el Gobierno la tenemos perdida", razonaba ayer el portavoz de CCOO de AENA en Cataluña, Manuel Caro. "Vamos a negociar, no queremos quemarnos a lo bonzo", confesó.

SERVICIOS MINIMOS Otra de las grandes diferencias respecto a conflictos recientes --como el de los controladores aéreos-- es que, al convocar la huelga, también se establecerán servicios mínimos, con lo que las compañías aéreas podrán saber con un mínimo de antelación si están en condiciones de operar un vuelo, de si este va con retraso o si tiene que cancelarlo.