El español que más dinero gasta en billetes de avión debe de ser Gonzalo Miró, al que se supone estudiando cine en Nueva York, si bien semana sí y semana también aterriza en Madrid para continuar con el noviazgo transoceánico, de bolsita de cacahuetes y sala VIP, con Eugenia Martínez de Irujo.

Las revistas dan prueba gráfica de ese amor, levantado sobre los chalecos salvavidas y bajo una guirnalda de mascarillas para el oxígeno. Puede que, de vez en cuando, ella viaje a la Gran Manzana para dejarse morder, si bien allí sus viejos títulos de aristócrata goyesca y terrateniente sólo impresionan a ciertos millonarios sin pátina, de manera que ninguna publicación recoge las andanzas de esa noble europea y sus besos junto a un carrito de frankfurt.

Hace un par de números, Semana ofreció un gráfico con los vuelos de Air Miró y eran seis entre el 28 de agosto y el 10 de noviembre. Ahora hay que sumar, al menos, otro, puesto que el sábado el capitán Miró y la comandante Martínez de Irujo celebraron el aniversario de la duquesa, que ha cumplido 37 años y todavía está atenta a las señales de las azafatas cuando indican las salidas de emergencia.

Probablemente, Miró viva inmerso en un jet lag permanente, lo que ahorra mucho dinero en globos. Superadas las tarjetas de oro y platino por un superávit de millas, las compañías aéreas habrán diseñado para él una promoción exclusiva de puntos. ¡Este tío tiene viajes gratis hasta que se jubile!

Si lo del cine no progresa --tal vez por una falta continuada de asistencia a clase--, siempre puede ganarse la vida como catador de los menús de las compañías aéreas.