Si todo fuera tan sencillo como decir, cantar o escuchar "es solo rock and roll pero me gusta"... Desde que en diciembre se conocieron los nombres de Madonna y Leonard Cohen entre los cinco elegidos para entrar este año en el Hall of Fame del rock and roll en Cleveland, el debate sobre qué es el rock y que constituye un rockero no ha cejado. Y aunque no estaban para discusiones sino para fiesta los invitados y premiados que el lunes asistieron a la gala en el neoyorquino hotel Waldorf Astoria (donde una mesa puede costar hasta 65.000 euros y un asiento individual no baja de los 1.600), la controversia está viva.

No es nueva, y basta con hacer memoria o repasar las hemerotecas para recordar la que se montó cuando se eligió como miembros del club creado por el fundador de la revista Rolling Stone a Michael Jackson (en el 2001) o al hiphopero Grandmaster Flash (el año pasado). Y ahora, cuando han entrado en el Hall John Mellencamp, The Ventures y Dave Clark Five, los dos artistas que más han alimentado la discusión son Madonna y Leonard Cohen.

En un gesto sin duda paradójico, fue el icónico rockero punk Iggy Pop (aún fuera del Hall) quien interpretó el Burnin Up y el Ray of light de Madonna (nacida como él en Michigan). La artista fue presentada por Justin Timberlake en una introducción cargada de anécdotas (como el de una inyección de B-12 dispensada por la propia Ciccone). Y, de la boca de Madonna, salió uno de los discursos más largos que se recuerdan en estas ceremonias, en el que tuvo tiempo de recordar desde a una profesora de ballet que le impulsó a perseguir sus sueños hasta a quienes le criticaron y la denostaron como "sin talento, gordinflona, incapaz de cantar y flor de un día. Me empujaron a ser mejor", dijo en agradecimiento.

Otro emblema del underground, Lou Reed, hizo la presentación del poético canadiense Cohen (que será una de las estrellas del FIB de Benicàssim en julio), y Damien Rice cantó su Hallelujah . Y Billy Joel presentó a Mellencamp bromeando con la resistencia vital del músico: "Aceptémoslo. Nadie vende discos ya. La industria murió antes que tú. Enhorabuena, John". Era una broma atinada, casi tanto como que los organizadores, en la bolsa de regalos para los asistentes, incluyeran 30 CD vírgenes. Tal como están las cosas...

Pese al espíritu de fiesta que se respiraba, algunos que lloran que gente y grupos como Pop, Kiss, Deep Purple o Alice Cooper no hayan sido aún incluídos se han aprestado a rebautizar el Hall of Fame como Hall of shame o Hall of lame (cambiando la fama por la vergüenza o la flojera). Otros, en cambio, defienden una definición amplia, entre ellos el comisario del museo de Cleveland, donde el año que viene se celebrará la gala, por primera vez abierta al público.