Numerosas réplicas se han registrado tras el terremoto que ha sacudido este viernes a primera hora la costa noreste de Japón y que ha alcanzado una magnitud de 8,9 grados en la escala de Richter, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS). Hasta el momento, seis temblores de entre 6,3 y 7,1 grados han sucedido al potente seísmo, que hizo temblar y hasta ha incendiado varios edificios en Tokio, según la página web del USGS, que ha revisado al alza la magnitud del seísmo en dos ocasiones hasta situarlo en 8,9 grados. El temblor se produjo a las 05.46 GMT, con epicentro a 130 kilómetros de Sendai, en las islas Honshu y con una profundidad de 24,4 kilómetros. Se trata de la misma zona donde hace dos días se produjo otro terremoto de 7,3 grados que no causó víctimas. Alerta en el Pacífico Según las autoridades japonesas, el seísmo ha provocado numerosos heridos y una alerta de tsunami, que el Centro del Pacífico ha extendido a gran parte de la costa de este océano que baña Japón, Rusia y Filipinas. En Tokio, hay mucho edificios que han empezado a arder y se ven columnas de humo en el suburbio capitalino de Odaiba. Las olas ya han alcanzado zonas de la ciudad de Sendai, donde imágenes de la televisión local muestran que el agua ha arrastrado coches y llegado a los edificios. Olas de 10 metros La Agencia Meteorológica de Japón había alertado de olas de hasta 10 metros en la provincia de Miyagi, donde según la policía local, citada por la agencia local Kyodo, ha habido "numerosos heridos". El inmenso párking del parque Disneyland, en la región de Tokio, ha quedado inundado por una ola gigante. Las autoridades rusas también han declarado alerta de tsunami en las islas Kuriles tras el fuerte terremoto. La llegada de la primera ola a las islas Kuriles podría producirse pasadas las diez de la mañana. Paralizados el ''tren bala'' y los aeropuetos Los servicios del Shinkansen, el tren bala de Japón, y los dos aeropuertos de Tokio han quedado temporalmente paralizados tras el terremoto. Según la agencia local Kyodo, el aeropuerto internacional de Narita ha suspendido temporalmente su actividad mientras revisa posibles daños en las pistas y el de Haneda, más cercano al centro, también ha cerrado. La red del Shinkansen, que conecta las principales metrópolis, ha quedado suspendida en las zonas afectadas, mientras las autoridades japonesas han enviado un avión de las Fuerzas Aéreas para evaluar los daños causados por el temblor. Dos plantas nucleares en la provincia oriental de Fukushima, en la costa del Pacífico, también están paralizadas por el terremoto, que disparó las alarmas en gran parte del territorio de Japón, incluida Tokio. Los terremotos son algo común en Japón, una de las áreas de mayor actividad sísmica del mundo. El archipiélago es el escenario del 20 por ciento de los seísmos de magnitud seis o superior que ocurren en el planeta.