El presidente de EEUU, Barack Obama, inicia este jueves sus vacaciones estivales en la exclusiva isla de Martha's Vineyard, en el estado de Massachusetts, medio de las críticas de la oposición republicana, que le reclama que permanezca en Washington ante la delicada situación económica del país.

Obama y su familia tienen previsto pasar 10 días en la isla. El presidente se tomará un respiro después de la gira que realizó entre el lunes y el miércoles por los estados rurales de Minesota, Iowa e Illinois, con la que pretendía amortiguar su caída de popularidad y los ataques republicanos a su agenda económica.

Aunque la Casa Blanca argumente que el presidente y su familia tienen derecho a unas vacaciones, existe un problema de imagen: el mandatario se alojará, por tercer año consecutivo, en una lujosa finca. Martha's Vineyard es uno de los enclaves de reposo más exclusivos de los ricos y famosos de EEUU, y los Obama se quedarán en una mansión valorada en 20 millones de dólares y que cuenta con un terreno de 11,34 hectáreas.

La propiedad, conocida como Blue Heron Farm (Granja de la Garza Azul), tiene su propia playa privada, una huerta con manzanos, piscina y una cancha de baloncesto, para que el presidente pueda practicar su deporte favorito.