Cataluña gana por goleada en el cumplimiento de la ley antitabaco. Los datos facilitados ayer por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cantan: esta comunidad figura a la cabeza en señalización y respeto de espacios sin humo y ha realizado el 54% de todas las inspecciones practicadas en España (9.966 de 18.343) desde la entrada en vigor de la ley.

En cuanto a Extremadura, el informe cita que se fuma sin consecuencias punitivas en la estación de autobuses de Badajoz y en el materno infantil pacense las máquinas expendedoras están al alcance de menores.

El estudio, basado en las visitas a casi mil lugares públicos y la información de las CCAA, revela la "manga ancha" con la que se actúa en algunas comunidades, como Andalucía, que solo ha practicado 908 inspecciones (el 5,3%) cuando alberga el 18% de la población. La situación es preocupante, según la OCU, en Valencia y Madrid, donde se permite incumplir la ley. En ellas, "por asuntos políticos" no se facilitan datos y se han aprobado dos decretos, recurridos por el Ministerio de Sanidad, "en contra de los intereses de salud de sus ciudadanos".

El estudio destaca los numerosos "incumplimientos" en España: el 85% de los bares y restaurantes con zonas mixtas destinan una superficie mayor de la permitida a los fumadores, el 22% señaliza mal y el 37% aisla deficientemente la parte donde se puede fumar. En Madrid hay casos de separación con un cordón o un cartel indicando en qué mesas se puede fumar.

Se fuma sin consecuencias punitivas, según la OCU, en el metro de Valencia; las estaciones de autobús de Albacete, Palma de Mallorca, Madrid, Salamanca y Murcia; las de tren de Bilbao, Badajoz y Madrid-Atocha, y las cafeterías de universidades de Albacete, Sevilla y Madrid.

Antonino Joya, responsable de comunicación de la OCU, destacó la situación de ilegalidad de los aeropuertos de Málaga y Barajas. En las terminales 1, 2 y 3 del aeródromo madrileño existen habitáculos para fumadores, pero sin puerta. En la T-4 las áreas no están aisladas y se han instalado unas chimeneas que no absorben el humo.

A pesar de todo, Joya aseguró que "la ley no ha fracasado, ya que era necesaria para proteger a los no fumadores y se han aumentado los espacios sin humo en los lugares de trabajo".